¿Es Gemma Moss la primera persona que muere por sobredosis de cannabis? No.

¿Puede una persona morir por sobredosis de marihuana? ¿Recordáis esta noticia?  Pues resulta que este pasado febrero publicaban una noticia en la famosa web PijamaSurf sobre una mujer británica que fue envenenada mortalmente por fumar cannabis y que dio mucho bolo en los comentarios posteriores en su web.

Muchos periódicos se refieren a su caso como “la trágica prueba de que la cannabis puede matar“, buscando rebatir uno de los argumentos más fuertes a favor de la legalización de la marihuana en el mundo: el que fuera imposible morir de una sobredosis. Sin embargo, aunque el hecho es trágico, Moss no murió de una sobredosis aseguran. David Nutt fue durante mucho tiempo el principal consejero sobre drogas en el Reino Unido. Cuando se le preguntó qué podíamos aprender del caso de Moss, su respuesta fue: “Pienso que la respuesta es nada”. 

Una respuesta que no es parca sino realista: “No puedo comenzar a entender la certeza del patólogo acerca de que la cannabis matara a Gemma Moss, pero tampoco deseo contradecirlo directamente”. Y es que la muerte de Moss pudo haber sido acelerada por la marihuana, pero no necesariamente provocada por ésta: “El cannabis usualmente hace que el corazón trabaje un poco más fuerte y sutilmente afecta su latido y su ritmo. Cualquier estrés menor en el cuerpo puede ser la gota que derrame el vaso, el aleteo de mariposa que desate la tormenta. 

Causas de la muerte de Gemma Moss.
"La señora Moss sufría de depresión, lo que en sí incrementa el riesgo de un súbito ataque cardíaco. Es posible que la adición de un poco de estrés causado por un porro de cannabis desatara un ataque cardíaco [con probabilidad de] uno en un millón, justo como ha sido registrado con mayor frecuencia en los deportes, el sexo, los saunas e incluso al ir al baño.” Sugerir que fumar la cantidad de cannabis que Moss fumó (menos de un porro) es una prueba contundente de que la cannabis es peligrosa, cuando la historia afirma lo contrario, no sólo es irracional, sino que desvía la discusión de la peligrosidad de otras drogas y enrarece el debate. Para Nutt, el problema sigue siendo la educación formal sobre drogas y la falta de información pública confiable, pues “nuestra conversación nacional sobre drogas se construye alrededor del relato de historias trágicas como las de Gemma Moss, Leah Betts y Amy Winehouse”.

“Aunque los hechos puedan ser parcialmente verdaderos, estas historias estereotipadas restan, más que añadir, al entendimiento público de las drogas. Los tipos de drogas, la gente y el daño en estas historias no son representativas del peso real que las drogas tienen en nuestra sociedad.”

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